... Tinto caliente, el vino, mi mejor compañero, sentada en mi sofa, mirando en la distancia, observo mi sala, fria, vacia... distante... caminar hacia la puerta, descubrir el enorme vacio que alli se encuentra.... mis pies languidos y casi desvanecidos, mis rodillas casi traslucidas, del dia a dia, solo me queda la franqueza de observar mis manos y descubrir cuan productivas son... productivas para amar, para palpar la realidad, realidad feliz, ausente y distante... Realidad dura, cercana y tajante... Un espejo... espejo cercano a la salida... frente a el observo mi silueta, una sonrisa esfumada, una ira tras mi ojos, y una tristeza reflejada en la postura de mi espalda... Enciendo la luz... Mis rasgos indigenas, mi piel tostada por el sol, una sonrisa lenta, buscando simpatia con mi misma... Aca estoy, soy yo... Hoy me siento como el niño que acaba de descubrir su cuerpo, que va reconociendo poco a poco el uso de sus extremedidades, hoy descubro que el autoestima existe en mi, me agrada el color de mi piel, me gusta el brillo de mis ojos al atardecer, aprecio mis labios afro-latinos, mis caderas no son simbolo de espanto, mis senos seran pronto aprovechados por el fruto de mi vientre, las ondas de mi cabellos compaginan con el mar, el aroma de mi piel, es un breve recuerdo a la naturaleza... ¿Que fué eso? un ruido interrumpio mi silencio con la realidad... volteo, y alli estas... sra Soledad... ¿has estado alli todo el tiempo?... pos gracias por esta oportunidad, hoy descubri la luz mas clara en ti...
Ega